LAS
JOYAS EN LA EDAD DE PIEDRA
Bisonte tallado con colmillos de mamut en el Paleolítico hallado en Rusia |
Ya en tiempos del Paleolítico el
hombre usaba objetos naturales minerales y animales como ornamento personal,
para reforzar su imagen o su personalidad.
Usaron los minerales como sus primeras
herramientas y sus primeras armas, pero enseguida, diferenció algunas piedras,
bien como talismanes o como simples adornos para diferenciarse de sus
semejantes, es decir como joyas.
Sus alhajas primero fueron huesos
dientes, conchas, caracoles, objetos muy fáciles de encontrar, pero pronto
comenzó a buscar las más escasas piedras preciosas, debajo de la superficie de
la tierra o en los lechos de los ríos.
Incluso llegó a explotar minas para
extraer piedras preciosas, se conocen minas de extracción de gemas con más de
6000 años de antigüedad, como el complejo minero prehistórico de Gava
(Cataluña).
Después, seleccionó las piedras de
mayor dureza, como el pedernal y la obsidiana para fabricar herramientas, por
sus características de corte y durabilidad, capaces de cortar otros materiales
y separó las piedras preciosas de color o con un brillo especial, para joyas de
ornamento o como amuletos.
LAS
JOYAS EN LA EDAD DE BRONCE
Con la Edad de Bronce y el
descubrimiento del metal, cambió radicalmente la tecnología y con ella, las
técnicas de extracción de gemas y de joyería.
Las armas y herramientas pasaron a ser
de metal con el descubrimiento del cobre y luego en la Edad de Hierro, con el
desarrollo de la tecnología de este material, las piedras fueron relegadas como
armas o herramientas y quedaron fundamentalmente para su función de joya y de
talismán, manteniendo hasta hoy día esas características.
Se desarrollan las primeras técnicas
de orfebrería, entre ellas el repujado, el granulado y la filigrana de metales
como el oro o la plata.
Los metales y piedras preciosas más
apreciadas como joyas fueron siempre las más escasas, su posesión confería
valores simbólicos de status social, nobleza o riqueza a su poseedor.
En la figura podemos apreciar algunas
joyas de colgantes Iberas de los siglos III y IV antes de Cristo.
Las piedras preciosas se usaban
generalmente junto con el oro o plata en brazaletes, pendientes, collares,
aros, colgantes, anillos, figuras de todo tipo, y otros objetos, bien como joya
o gema, o con atribuciones espirituales acuñadas en el tiempo por las creencias
populares.
En las excavaciones arqueológicas de
esta época se han encontrado valiosos tesoros, ajuares de joyas de los
personajes más poderosos con una multitud de alhajas de oro, plata y bellas
piedras preciosas.
LA
JOYERÍA EN MESOPOTAMIA Y ASIRIA
Las culturas babilónica, asiría y
sumeria, 3.000 años Antes de Cristo fueron civilizaciones muy avanzadas que
desarrollaron una extraordinaria joyería, como lo demuestran los fabulosos
tesoros encontrados en excavaciones de antiguas ciudades de estos pueblos,
donde se encontraron gran cantidad de joyas y ornamentos de oro, plata, piedras
preciosas y semipreciosas.
Entre las técnicas de joyería que
desarrollaron destaca el granulado, que era una decoraron de superficies
utilizando granos de oro, o la filigrana y la incrustación de piedras preciosas
o semipreciosas.
Como ejemplo podemos citar el Tesoro
de joyas de Nimrod llamado así por el nombre de la ciudad de Nimrod, situada 35
kilómetros al sureste de la ciudad iraquí de Mosul, donde fue descubierto y que
perteneció a las reinas asirias hace casi 3.000 años.
Este tesoro de unas 170.000 piezas de
oro, plata y piedras preciosas fue saqueado durante la invasión americana de
Irak y recientemente rescatado, aunque aún se encuentran desaparecidas unas
3.000 joyas.
El tesoro, muestra del nivel de la
técnica de joyería y orfebrería Asiria, fue descubierto en los años 90 del
siglo XX en la citada ciudad de Nimrod.
LAS
JOYAS EN EL ANTIGUO EGIPTO
Los antiguos egipcios eran auténticos apasionados
de la ornamentación y del diseño e introdujeron una intensa renovación en la
joyería.
La costumbre de enterrar a sus
faraones y sacerdotes con sus ajuares y joyas ha permitido conocer en
profundidad la tecnología de la joyería egipcia así como los tipos de piedras
preciosas más usadas como alhajas o amuletos y el significado espiritual de
estas gemas.
Las joyas tuvieron una gran
importancia en la cultura egipcia, tenían dos funciones, las gemas se valoraban
tanto por su belleza como por la protección mágica que les proporcionaban, es
decir, eran a la vez talismanes y joyas.
Identificaban los metales y minerales
con sus dioses y con ciertos poderes terapéuticos, el Cobre y la Malaquita se
identificaban con su dios Hathor y el oro con el dios Sol, el nombre del Lapis
lazuli y de la Turquesa eran sinónimos de alegría y placer.
El amuleto les servía para evitar el
peligro y alejar a los malos espíritus y era la fuente de las fuerzas mágicas
que les protegían.
Los orfebres egipcios creaban sus
diseños de joyas a mano y utilizaron una gran variedad piedras preciosas y
semipreciosas como la amatista, la cornalina, el jaspe, el onice, el lapis
lazuli, la turquesa y el cuarzo.
Durante mucho tiempo, la plata fue más
importante que el oro, por su escasez, otro material muy utilizado fue el Lapis
lazuli, una piedra semipreciosa muy espiritual, que era importada.
En las tumbas del antiguo Egipto, han
aparecido gran cantidad de sellos reales y escarabajos sagrados, construidos
con piedras preciosas y se sabe que los notables de la corte de los faraones,
acostumbraban a regalar grandes collares de piedras preciosas, cerámica o
cristal.
El escarabajo fue un animal sagrado
que representaba el renacimiento y la regeneración de la salida del sol, se
usaba como amuleto, en pendientes, como sello en los anillos y se fabricaban en
muchos tipos de gemas como el oro, lapis lazuli, basalto, la turquesa, el
vidrio coloreado, y el alabastro.
Las joyas más usadas en el uso diario
eran las diademas, los collares de cuentas, los pectorales, brazaletes de aros
articulados, y anillos.
Los brazaletes de oro o plata estaban
muy generalizados, era normal llevar dos de ellos en cada brazo, uno en la
muñeca y otro encima del codo.
Los pendientes de gemas se usaban
profusamente tanto por hombres como por mujeres, en todas las clases sociales y
fueron muy populares sobre todo en el nuevo reino, uno de cuyos faraones,
Akenaton introdujo la perforación del lóbulo de la oreja como se ve en las estatuas
reales, que demuestran un uso muy extenso de este adorno.
LAS
JOYAS EN LA GRECIA ANTIGUA
Desde los primeros pobladores de
Grecia se conoce el uso de joyas de oro y piedras preciosas.
Los antiguos Griegos heredaron la
tecnología de la joyería de los artesanos de la cultura Micénica, que vivieron
en las islas de Creta, Thera, y en Anatolia del año 2700 al 1600 Antes de
Cristo, hasta que desaparecieron, posiblemente por una erupción volcánica y los
terremotos que le siguieron.
Homero cuenta en la Ilíada el apogeo
de Micénas, en ella narra como el rey Agamenon condujo un ejército griego
contra la ciudad de Troya para rescatar a la bella Elena.
En 1.871 el alemán Schliemann
descubrió la antigua ciudad de Troya II (que no era la Troya de Homero) en Turquía,
donde encontró un fabuloso tesoro con miles de joyas de oro y piedras
preciosas, al que llamó 'el Tesoro de Príamo' de casi 9.000 gemas, que con la
ayuda de su mujer Sophia Kastrommenos llevo a Grecia.
Unas 1.500 de las joyas más valiosas
del tesoro de Priamo, se guardaron en los sótanos del Museo de Berlín, al final
de la segunda Guerra Mundial y fueron después trasladadas a Rusia.
Heinrich Schliemann, en 1876 descubrió
parte de la ciudad de Micenas y en ella, una joya única, la máscara fúnebre de
oro sólido, conocida como la “máscara de Agamenon”.
Los antiguos griegos apenas utilizaban
la incrustación de piedras en su joyería y colgaban pequeños discos de oro
perforados de los vestidos y de las diademas.
Las primeras alhajas griegas fueron de
diseño y fabricación sencillas, aunque de estilo muy diferenciado de las gemas
de otras culturas, con el tiempo, los diseños de joyas, las técnicas de
orfebrería y la gama de materiales utilizados en su joyería aumentaron en
complejidad.
Fabricaban objetos de lujo de gran
belleza, tales como abalorios de ámbar para collares y pulseras, joyas de oro,
alfileres con cabeza de cristal de roca y recipientes en forma de plato también
de la misma piedra semipreciosa.
Los griegos arcaicos utilizaban joyas
de pendientes con figuras de palomas, del dios Eros y de la Victoria alada.
Los collares estaban formados por una
correa con frutas colgando, cálices o una cadena redonda con una cabeza de
animal o el delfín saltando.
Los griegos comenzaron a usar el oro y
las gemas hacia el 1.400 antes de Cristo y en el 300 antes de Cristo ya
dominaban una avanzada tecnología de piedras preciosas como la amatista, las
perlas y las esmeraldas, incluso su talla y el grabado.
Del anterior arte Minoico conservaron
las tallas de marfil, que fueron joyas muy populares de este período.
Los griegos fueron los primeros crear
una nueva joya: el camafeo, que fabricaban con una piedra de ágata procedente
de la India llamada Sardónice.
Otro ornamento muy utilizado fue la
guirnalda de laurel que se usaba como corona de honor para campeones olímpicos,
los héroes y sabios, y que estaba consagrada a Apolo, dios del intelecto y de
la luz.
Las guirnaldas de oro se usaban como
coronas adornadas con hojas, flores, bellotas, el dios Eros y Victorias aladas.
Entre la joyería griega destacan los
anillos con sellos biselados y otras piedras preciosas y semipreciosas.
En el periodo helenístico, del 330 al 27
Antes de Cristo, que comienza con las conquistas de Alejandro, las relaciones
comerciales con Oriente y Egipto, trajeron profundos cambios en el gusto y el
estilo en la arquitectura, el modo de vestir, en las moda de las joyas y en las
técnicas de joyería.
Se introdujeron nuevos tipos de joyas,
y aumentó el uso del oro, de las piedras preciosas y semipreciosas, tales como
la amatista, calcedonia, cornalina, granate, y cristal de la roca.
Los griegos, que no eran buenos
diseñadores de joyas, se inspiraban en los modelos de alhajas egipcias y
asirias, que les vendían los mercaderes fenicios.
Se utilizaron colgantes con forma de
ánforas, cupidos, palomas, etc., pero la innovación más importante en joyería,
consistió en incorporar a las alhajas de collares, grandes piedras preciosas de
color, especialmente granates.
Las mujeres de Grecia llevaban
distintos diseños de joyas de brazaletes y diademas de oro y piedras preciosas
y semipreciosas.
LAS
JOYAS EN LA ANTIGUA ROMA
La joyería tiene una gran importancia
en el mundo romano, en todas sus épocas, los llamados ornamenta o productos de
embellecimiento personal, peines, agujas de pelo, pendientes, anillos,
collares, recipientes para el perfume, en hueso, marfil, bronce, cerámica etc.
se usan por todas las clases sociales romanas.
El peinado, y las joyas para el pelo,
eran un exponente de la posición social, cuanto más complicado o llamativo,
indicaba un mayor nivel social.
Usaban en joyería el oro, la plata, la
pasta vítrea, piedras preciosas, perlas etc.
Los anillos se fabricaban de bronce y
de pasta vítrea, los collares y brazaletes de oro y pasta vítrea.
Los collares de oro usaban cuentas de
granates, variscitas, esmeraldas, amatistas o perlas.
En la antigua Roma encontramos al
anillo, precursor de la actual sortija de compromiso que fue un sencillo aro de
hierro, que en la antigua tradición romana, se entregaba como símbolo del ciclo
de la vida y de la eternidad y constituía una promesa pública de que el
contrato matrimonial entre un hombre y una mujer sería respetado en el
transcurso del tiempo.
En la época de Plinio (del 23 al 79
despues de Cristo) el anillo se fabricaba de hierro, el anillo de oro fue
introducido más tarde, en el siglo II Después de Cristo.
Los cristianos adoptaron la costumbre
romana, convirtiendo al anillo en una parte de la ceremonia matrimonial.
LA
JOYERÍA EN LAS CULTURAS PRECOLOMBINAS
Los antiguos pobladores de los países
del sur de América, descubiertos por los españoles ya conocían y trabajaban los
metales nobles, particularmente el oro y la plata que fueron profusamente
explotados y utilizados por las culturas precolombinas.
Además, tenían gran aprecio por muchas
piedras preciosas, como la esmeralda, muy abundante en los territorios
correspondientes a los actuales países de Brasil y Colombia.
Los yacimientos arqueológicos de
ciudades y tumbas de las civilizaciones precolombinas, demuestran una
utilización muy extendida del oro y de piedras preciosas en ornamentos de sus
jefes y en los objetos sagrados de sus sacerdotes, que fabricaban con oro,
cristal de roca y piedras preciosas.
Los habitantes de México, Centro América
y Colombia creaban joyas y figuritas de jade, turquesa y esmeralda y collares,
brazaletes y pendientes trabajados en turquesa, jade, lapislázuli, etc.
LAS
JOYAS DE LOS IBEROS
Los Iberos, antiguos pobladores de la
península Ibérica, tenían extensos conocimientos de las piedras preciosas, que
utilizaban en variedad de obras artísticas, en arquitectura, joyería,
esculturas y pequeñas figuritas.
Las tribus iberas, en el siglo II
antes de Cristo, ya disponían de una joyería propia desarrollada, influenciada
por los pueblos colonizadores griegos y fenicios lo que aportó los motivos
orientalizantes con influencias griegas, que se aprecian en sus joyas.
De esta época se han encontrado
pendientes de hilo de oro enrollado en los extremos, pendientes de racimos de
gránulos de oro, arracadas fusiformes, diademas de oro, collares, pulseras,
fíbulas de oro, brazaletes de plata etc.
De los siglos I al II de nuestra era,
se han descubierto una buena serie de tesorillos ocultos que pretendían
proteger las joyas y los valores de las familias iberas de las numerosas luchas
de las guerras romano- cartaginesas y de la posterior conquista romana.
El tesoro de Majon, formado por joyas
de plata entre las cuales se encuentran brazaletes espirales con extremo en
forma de serpiente, torques de cables de plata circulares con remate cónico y
el centro con filigrana en forma de onda realizada de alambre de plata, paca de
plata repujada, restos de diadema o cinturón, medallón con cabeza de Gorgona,
fíbula o hebilla con forma de ave, broche de cinturón y una tarta de plata, que
seria la tapa de la vasija que contenía el tesoro con todas las joyas citadas.
El tesoro de Perotito está formado por
piezas de plata entre las cuales se encuentran brazaletes, pulseras, fíbulas y
colgantes.
LA
JOYERÍA DE LOS FENICIOS EN LA PENÍNSULA IBÉRICA
En el siglo VII y hasta el II Antes de
Cristo, los fenicios, fundamentalmente comerciantes establecieron colonias en
diversas partes de la península Ibérica, incluida la isla de Ibiza, donde se
han encontrado numerosas sepulturas con ajuares de joyería de la época.
En estos se incluyen numerosas joyas
entre las cuales se encuentran amuletos de pasta vítrea, alhajas de oro y plata
además de objetos como navajas de afeitar, espejos de bronce y huevos de avestruz
pintados.
Los colonos Fenicios desarrollaron
nuevos conceptos y una nueva tecnología de joyería basada en la soldadura del
oro, creaban cadenas de oro y plata para joyas muy flexibles, sustituyeron las
joyas de oro macizas de la edad de bronce por otras huecas rellenas de resinas,
arenas o cobre.
Se desarrollan nuevas técnicas de
repujado o estampilla del oro, de la filigrana y el granulado.
Crean nuevos sistemas de cierre para
joyas de collares o brazaletes de oro o plata usando ganchos, pestañas,
charnelas y remaches.
Fabrican arracadas, diademas, con
extremos triangulares y cinturones de oro.
Explotaron minas en Andalucía
trabajaron el cobre, oro, estaño y la plata, extraían el oro de los ríos
auríferos que desembocan en el Atlántico.
El estilo de sus diseños de joyería
fue orientalizante.
Fabricaron joyas de colgantes de
cornalina, anillos de sello de oro, porta amuletos, amuletos, escarabeos de
piedra
Crean nuevos objetos de joyería no
vistos hasta entonces en el mundo Mediterráneo, tales como los llamados
candelabros de Lebrija: piezas de oro macizo de asignación divina.
Especialmente importante, por la
cantidad y calidad de las joyas encontradas, es el denominado tesoro del
Carambolo.
ALHAJAS
DE LA EDAD MEDIA
Durante la Edad Media, las caravanas
comerciales provenientes de Oriente, traían a Europa piedras preciosas y
semipreciosas, tanto para su uso en la joyería de reyes y nobles como para la
joyería eclesiástica.
Una técnica importante de la joyería
medieval fue la colocación de finas capas de granate en los alvéolos realizados
en el oro o la plata, por ejemplo, en hebillas y broches o como en una joya
única: la corona incrustada con granates y cabujones del rey visigodo
Recesvinto.
A partir del siglo XI, se impone un
nuevo tipo de alhaja: el broche, en general de forma circular, que fue una de
las joyas más utilizadas.
En Francia no se permitió (por ley) a
los ciudadanos, usar fajas o guirnaldas hechas de perlas, de piedras preciosas,
de oro o de plata, otras leyes similares existieron en Inglaterra, esto retrasó
el avance de la joyería de la época.
En los siglos de la edad media
Europea, las joyas eran usadas exclusivamente por los ricos comerciantes,
caballeros nobles, los religiosos, miembros de la familia real y los nobles,
por lo que la joya era un privilegio fundamentalmente de la aristocracia.
En estos tiempos la joya representaba
el poder, la autoridad y durante mucho tiempo alternó este símbolo con el poder
de curar enfermedades o de realizar hechizos, mucho después las piedras
preciosas se utilizaron como regalo para simbolizar el amor cortesano.
LAS
JOYAS DEL RENACIMIENTO
El Renacimiento supuso una revolución
cultural muy profunda, que alcanzó a todas las artes y también a las joyas y a
las técnicas de joyería.
En el Renacimiento, la tecnología de
las joyas permitió tallar piedras preciosas de mayor dureza, y realizar adornos
en arquitectura, iglesias y palacios, templos y mezquitas utilizando columnas y
elementos de piedras semipreciosas como la malaquita, el alabastro, lapislázuli
y otras piedras de valor, tanto en Europa como en el medio Oriente.
El Renacimiento destaca por un rico
colorido, se desarrolla la moda y el diseño en el vestir y en joyería, en la
Pintura, la escultura y Arquitectura se sustituyen los temas religiosos por
otros clásicos y naturalistas.
En la joyería, se extiende el uso del
colgante combinado con perlas irregulares (barrocas), esmaltes y gemas y se
ponen de moda broches con un retrato en miniatura, cadenas, colgantes y
cinturones con gemas incrustadas.
En el siglo XV las joyas adquieren una
gran importancia en la moda, los trajes de terciopelo y de seda (en ambos
sexos), son bordados junto con perlas y piedras preciosas.
Los artistas eran multidisciplinares,
lo que produjo una relación entre la pintura, arquitectura y escultura que se
extiende a la joyería.
Pintores y escultores geniales
realizan diseño de joyas, los cuales se difundían por toda Europa, creando un
estilo internacional de diseño de gemas.
Al comienzo del siglo XVI, España fue
el más importante centro joyero, por la cantidad de oro, plata y piedras
preciosas procedentes de las colonias americanas y el comercio de gemas con el
resto de Europa.
ALHAJAS ENTRE LOS SIGLOS XVII Y XIX
Al comienzo del
siglo XVII se desarrollan nuevas técnicas para la talla de las piedras
preciosas duras, el diamante fue la piedra más deseada, de modo que las joyas
se separan en dos categorías, la de joyas de diseño con diamantes y gemas de
menor categoría que seguían los dictámenes de la moda del vestir y de la
joyería.
Se ponen en marcha
nuevas técnicas de producción industrial de gemas que permiten fabricar
cantidades de joyas con materiales inferiores y menor precio, imitaciones de
las piedras preciosas más valoradas.
Se comercializaban
alhajas de tiaras de diamantes, anillos y broches de piedras preciosas de
diseño naturalista, de alto poder adquisitivo, junto a una bisutería de gusto
neoclásico pompeyano, gótico, renacentista y egipcio.
Se utilizaba el oro
y las piedras preciosas además de piedras semipreciosas y aleaciones, pasta
(para imitar gemas), acero, hierro fundido y nuevas técnicas como el estampado
y la talla mecánica de motivos y monturas para joyas de menos valor.
Aparece un nuevo
elemento en la joyería y en la bisutería: el aderezo, conjunto de joyas formado
por collar, pendientes, broche y, a veces, también de tiara o anillo, todo a
juego, en las mujeres y botones, hebillas de zapato, empuñadura del sable e
insignia de la orden de caballería en los hombres.
Los reyes europeos
acumularon, durante estos siglos, colecciones de aderezos de coronación, joyas
oficiales y fabulosas piedras preciosas como la colección de alhajas de la
torre de Londres, el tesoro de gemas de Viena y el de joyas del Kremlin de
Moscú.
Otros elementos de
joyería puestos de moda en el siglo XVII fueron relojes, tabaqueras y sellos
con piedras preciosas.
En Francia en la
época del Segundo Imperio, diezmada la nobleza, se impuso un estilo ostentoso,
donde imperaba la exhibición piedras preciosas, perlas y diamantes de gran
valor, rebajando la calidad de las joyas.
En el siglo XIX,
resurgió la orfebrería con grandes diseñadores de joyas y accesorios como
empuñaduras de bastones, abanicos o marcos de cuadros con abundancia de colores
y nuevos materiales combinando el oro, esmalte y las piedras preciosas.
LA JOYA HOY EN DÍA
Los avances
tecnológicos en joyería, los nuevos métodos de talla de piedras preciosas y los
nuevos métodos de tratamientos de las gemas han propiciado que el comercio de
las joyas haya aumentado espectacularmente, de modo que personas de cualquier
status social puedan tener acceso a las joyas más bellas.
Por otro lado el
simbolismo de las gemas se ha mantenido entre la sociedad, aunque las creencias
en la influencia de las piedras preciosas y semipreciosas en la vida de las
personas han disminuido, se mantiene su simbología y su influencia en la suerte
y en la salud.
Todo tipo de joyas:
anillos, collares, colgantes, pulseras, brazaletes, pendientes, con todo tipo
de piedras preciosas o semipreciosas, diamantes, rubís, zafiros, esmeraldas,
granates, amatistas, aguamarinas.. y engarzados en los más bellos metales
preciosos: oro, plata, platino, rodio... y con los más variados y bellos
diseños de gemas, todo se comercializa hoy al alcance del consumidor medio.
En definitiva hoy
la joyería está socialmente más extendida que nunca y las joyas y piedras
preciosas son admiradas por mayor número de personas que nunca.
Fuente: DEJOYAS.COM
Otras
fuentes consultadas: